Álvaro y Chari se casaron en uno de los lugares mas bellos de la geografía andaluza, El Coronil, si alguien me preguntara cual fue mi momento preferido de su boda, si tuviera que quedarme con alguno, elegiría el momento en el que la novia, vestida de un blanco radiante, bajaba por las escaleras de su casa como un ángel, mientras su padre fijaba la mirada en ella, intentando contener las lágrimas.
Por siempre agradecido de haber sido elegido el fotógrafo para una boda como ésta y haber podido volver a mi tierra a hacer lo que mejor se me da, fotos.
Agradezco también a mi buen amigo J.L. Conejo el que nos acompañara en este reportaje aportando su profesionalidad, y su buen sentido de la vida, como la gran persona que es.
Hola Juan, he visto un poco de tu trabajo y me parece genial. Saludos desde México