Álvaro y Chari se casaron en uno de los lugares mas bellos de la geografía andaluza, El Coronil, si alguien me preguntara cual fue mi momento preferido de su boda, si tuviera que quedarme con alguno, elegiría el momento en el que la novia, vestida de un blanco radiante, bajaba por las escaleras de su casa como un ángel, mientras su padre fijaba la mirada en ella, intentando contener las lágrimas.
Por siempre agradecido de haber sido elegido el fotógrafo para una boda como ésta y haber podido volver a mi tierra a hacer lo que mejor se me da, fotos.
Agradezco también a mi buen amigo J.L. Conejo el que nos acompañara en este reportaje aportando su profesionalidad, y su buen sentido de la vida, como la gran persona que es.
¿Conoces esa sensación de haber disfrutado de una comida exquisita en muy buena compañía?
Te has olvidado por completo del reloj y tal vez te tomarías otra copa de vino porque los temas de conversación que se enlazan son de lo más interesantes.
Esta es la sensación que he tenido al capturar con mi cámara algunos de los instantes de esta boda.
La historia de Migue y Jessi, surge de un intercambio de sonrisas y miradas adolescentes en el instituto, donde los dos eran compañeros. Al conocerlos enseguida descubrí su exquisito gusto por la cultura visual, por la fotografía, el cine y el arte.
Desde el principio tuve siempre la inquietud de poder contar esta historia con imágenes, una historia con una complicidad de pareja fuera de lo común, entre esta dos excelentes personas.
Durante la celebración hubo momentos sobrados de sentimientos, como el de el cuñado, Sergio, que sorprendió a todos con un slideshow que provocó multitud de sonrisas e hizo llorar a más de uno de los allí presentes.
Jessi y Migue, no quiero perder el tiempo en hablar sobre vosotros, creo que de sobras todos vuestros familiares y amigos saben lo afortunados que son al teneros a su lado, pero sin embargo, quiero agradeceros en público todo lo que habéis compartido conmigo. Desde la confianza absoluta de cada instante, dando el valor y el tiempo merecido a la fotografía artística en cada toma, hasta aquella emotiva sesión de postboda que realizamos en los Reales Alcázares de Sevilla. De verdad, haberos conocido ha sido genial. Me ha echo sentir muy afortunado.
Agradezco especialmente a la casa Palacios y el Salón de celebraciones Villa Luisa, por su profesionalidad, a WeekendWagen, por adornar la fiesta con un toque setentón, a vestidos de novias Ana Torres, que vistió a Jessi como una verdadera princesa, a Reme de Peluquería Reyes, a los chicos del video La Oveja Enamorada, por trabajar con nosotros hombro con hombro, a String Music, y en especial a Leonor Bonilla por su voz, a Vicente de Sonido de Fiesta, por poner la banda sonora de la fiesta, y en general a todas las personas que hicieron posible este precioso y soleado día.
Ahí van algunos de los mejores momentos de una de las parejas con mayor personalidad que he fotografiado este año en mi querida Sevilla. Me siento un tío con suerte al haber podido vivir en primera persona junto a ellos un día tan maravilloso.
Gracias de verdad a Sara por ser tan cercana y dulce conmigo y el haberme brindado tanta confianza, a Alejandro por ser tan buena persona y deshinibido a la vez, como no, al equipo de maquillaje de Susana Martín por hacer las cosas tan bien y tan fáciles y bueno, no puedo olvidarme de las atención y profesionalidad del Hotel Tryp Sevilla Macarena.
«Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta»(Sam Keen)
«No dejéis que nadie defina vuestros límites, ni aún vosotros mismos, y que el único límite sea vuestra alma».
Agradecimientos a Esperanza García por iluminar con su magia cada escena de esta preboda, llevando la luz de apoyo, a Fernando del «Bar la Vuelta» de Llerena, a los miembros de la Universidad Popular de Llerena por cedernos sus instalaciones. Al Hotel Casa Doña Mariana porque calmó nuestra sed y hambre y nos dejó ver todos sus espacios, a las Bodegas Medina de Zafra por dejarnos soñar en su bodega y en especial a Mari Nati y Nacho por enseñarme a mirar las cosas con sencillez.
La mañana que estreché por primera vez la mano de Manolo, quede impresionado de su admirable y contagioso sentido del humor. Manolo es de esos tipos capaces de sacar una sonrisa de cualquier situación, de aquella gente que hacen que la vida sea más alegre para quienes están a su lado.
A Mayte ya la conocía desde hace tiempo, es una persona con un corazón gigante. Se dice que «De tal palo tal astilla», y esto quedo de manifiesto cuando conocí a su familia. Sentí un especial cariño hacia su padre, durante la ceremonia estuve muy identificado con él, porque yo también soy muy sentimental.
Llegue con Alejandro a Huelva en la tarde del 15 de Junio, sin duda uno de los día más felices en la vida de esta inmejorable pareja. La tarde transcurrió serena, en el ambiente se respiraba una brisa emotiva, llena de sentimientos. La entrada de la novia, la melodía , el impresionante Templo de Nuestra Señora Estrella del Mar, las flores… . En cada momento se palpaba emoción y admiración entre los familiares e invitados. Me llamó mucho la atención que al salir de la iglesia los novios fueron abrazando a cada uno de los asistentes, uno por uno, en un verdadero acto de agradecimiento y amor.
La alegría de la fiesta continuó más tarde en la Hacienda Ballemari, un lugar paradisiaco. La cena, con un tiempo exquisito, se celebró en los jardines y el ambiente se extendió hasta altas horas de la madrugada.
Me gustaría agradeceros a los dos que me eligierais para que dejara constancia de vuestra boda, agradeceros, vuestro trato en cada momento, vuestro cariño, por tener ese continuo feeling conmigo desde el principio, ese feeling que se nota en las fotos. Gracias Manolo por por colgar el espejo de la entrada 😉 para que hiciera la foto de la escalera, y a tí Mayte por confiar en mí y en mi forma de trabajar.