Es de admirar como con esfuerzo, perseverancia e ilusión se ha ido construyendo esta familia, desde sus fuertes cimientos, basados en el amor, la lealtad y el respeto.
Sobre estos pilares se forjó este regalo de Virginia a mi amigo Boc, entregándole estas fotografías que nos recuerdan este hermoso y a la vez delicado momento que es el devenir de una nueva vida en la familia. En este caso fueron dos preciosas mellizas, María y Ana las que se unieron al lindísimo Raúl.
Gracias a los cinco, por permitirme congelar en el tiempo vuestros recuerdos. Os quiero.